26 El funcionario se arrodilló delante del rey, y le rogó: “Tenga usted paciencia conmigo y se lo pagaré todo.”
27 Y el rey tuvo compasión de él; así que le perdonó la deuda y lo puso en libertad.
28 »Pero al salir, aquel funcionario se encontró con un compañero suyo que le debía una pequeña cantidad. Lo agarró del cuello y comenzó a estrangularlo, diciéndole: “¡Págame lo que me debes!”
29 El compañero, arrodillándose delante de él, le rogó: “Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo.”
30 Pero el otro no quiso, sino que lo hizo meter en la cárcel hasta que le pagara la deuda.
31 Esto dolió mucho a los otros funcionarios, que fueron a contarle al rey todo lo sucedido.
32 Entonces el rey lo mandó llamar, y le dijo: “¡Malvado! Yo te perdoné toda aquella deuda porque me lo rogaste.