16 »¡Ay de ustedes, guías ciegos!, que dicen: “Quien hace una promesa jurando por el templo, no se compromete a nada; pero si jura por el oro del templo, entonces sí queda comprometido.”
17 ¡Tontos y ciegos! ¿Qué es más importante: el oro, o el templo por cuya causa el oro queda consagrado?
18 También dicen ustedes: “Quien hace una promesa jurando por el altar, no se compromete a nada; pero si jura por la ofrenda que está sobre el altar, entonces sí queda comprometido.”
19 ¡Ciegos! ¿Qué es más importante: la ofrenda, o el altar por cuya causa la ofrenda queda consagrada?
20 El que jura por el altar, no está jurando solamente por el altar, sino también por todo lo que hay encima;
21 y el que jura por el templo, no está jurando solamente por el templo, sino también por Dios, que vive allí.
22 Y el que jura por el cielo, está jurando por el trono de Dios, y a la vez por Dios, que se sienta en él.