2 De pronto hubo un fuerte temblor de tierra, porque un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose al sepulcro, quitó la piedra que lo tapaba y se sentó sobre ella.
3 El ángel brillaba como un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve.
4 Al verlo, los soldados temblaron de miedo y quedaron como muertos.
5 El ángel dijo a las mujeres:—No tengan miedo. Yo sé que están buscando a Jesús, el que fue crucificado.
6 No está aquí, sino que ha resucitado, como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron.
7 Vayan pronto y digan a los discípulos: “Ha resucitado, y va a Galilea para reunirlos de nuevo; allí lo verán.” Esto es lo que yo tenía que decirles.
8 Las mujeres se fueron rápidamente del sepulcro, con miedo y mucha alegría a la vez, y corrieron a llevar la noticia a los discípulos.