2 »Por eso, cuando ayudes a los necesitados, no lo publiques a los cuatro vientos, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente hable bien de ellos. Les aseguro que con eso ya tienen su premio.
3 Cuando tú ayudes a los necesitados, no se lo cuentes ni siquiera a tu amigo más íntimo;
4 hazlo en secreto. Y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu premio.
5 »Cuando ustedes oren, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que con eso ya tienen su premio.
6 Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre en secreto. Y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu premio.
7 »Y al orar no repitan ustedes palabras inútiles, como hacen los paganos, que se imaginan que cuanto más hablen más caso les hará Dios.
8 No sean como ellos, porque su Padre ya sabe lo que ustedes necesitan, antes que se lo pidan.