5 Queridos hermanos míos, oigan esto: Dios ha escogido a los que en este mundo son pobres, para que sean ricos en fe y para que reciban como herencia el reino que él ha prometido a los que lo aman;
6 ustedes, en cambio, los humillan. ¿Acaso no son los ricos quienes los explotan a ustedes, y quienes a rastras los llevan ante las autoridades?
7 ¿No son ellos quienes hablan mal del precioso nombre que fue invocado sobre ustedes?
8 Ustedes hacen bien si de veras cumplen la ley suprema, tal como dice la Escritura: «Ama a tu prójimo como a ti mismo.»
9 Pero si hacen discriminaciones entre una persona y otra, cometen pecado y son culpables ante la ley de Dios.
10 Porque si una persona obedece toda la ley, pero falla en un solo mandato, resulta culpable frente a todos los mandatos de la ley.
11 Pues el mismo Dios que dijo: «No cometas adulterio», dijo también: «No mates.» Así que, si uno no comete adulterio, pero mata, ya ha violado la ley.