10 Por eso voy a traer el mal sobre tu descendencia: haré que mueran todos tus descendientes varones en Israel; ninguno quedará con vida. Barreré por completo tu descendencia, como si barriera estiércol.
11 A tus parientes que mueran en la ciudad se los comerán los perros; y a los que mueran en el campo se los comerán las aves de rapiña, porque yo, el Señor, así lo he dispuesto.’
12 “En cuanto a ti, mujer, levántate y vete a tu casa. Tan pronto pongas un pie en la ciudad, el niño morirá.
13 Entonces todo Israel hará lamentación por él, y lo enterrarán, pues él será el único descendiente de Jeroboam que tendrá sepultura. Porque de toda la descendencia de Jeroboam, solo en él ha encontrado el Señor, Dios de Israel, algo que le agrade.
14 Después pondrá en Israel un rey que acabará en su día con la dinastía de Jeroboam. De ahora en adelante,
15 el Señor va a sacudir a Israel como la corriente del río sacude las cañas. Lo arrancará de esta buena tierra que dio a sus antepasados y lo arrojará más allá del río Éufrates, por haber hecho representaciones de Astarté causando con ello la irritación del Señor.
16 El Señor entregará a Israel por los pecados que Jeroboam ha cometido y ha hecho cometer a Israel.”