16 Salieron al mediodía, mientras Ben-hadad y los treinta y dos reyes aliados suyos seguían emborrachándose en las enramadas que habían improvisado,
17 y avanzaron en primer lugar los ayudantes de los gobernadores. Cuando Ben-hadad recibió aviso de que algunos hombres habían salido de Samaria,
18 ordenó: “¡Tanto si han salido en son de paz como en son de guerra, los quiero vivos!”
19 Los ayudantes de los gobernadores salieron de la ciudad, seguidos por el ejército.
20 Y cada uno de ellos mató a un contrario, y los sirios huyeron. Los israelitas los persiguieron, pero Ben-hadad, rey de los sirios, escapó a caballo con algunos soldados de caballería.
21 Entonces el rey de Israel avanzó y se apoderó de sus caballos y carros de combate, y causó a los sirios una tremenda derrota.
22 Después el profeta se presentó ante el rey de Israel, y le dijo:–Ve, refuerza tu ejército y piensa bien lo que debes hacer; porque dentro de un año el rey de Siria volverá a atacarte.