8 Entonces Jonatán le dijo:–Mira, vamos a pasar al otro lado, adonde están esos hombres, y dejaremos que nos vean.
9 Si nos dicen que esperemos a que bajen hasta donde estamos, nos quedaremos allí y no subiremos adonde ellos están.
10 Pero si nos dicen que subamos, lo haremos así, porque eso será una señal de que el Señor nos dará la victoria.
11 Así pues, los dos dejaron que los filisteos del destacamento los vieran. Y estos, al verles, dijeron: “Mirad, los hebreos ya están saliendo de las cuevas en que se habían escondido.”
12 Y en seguida gritaron a Jonatán y a su ayudante:–¡Subid adonde estamos, que os vamos a contar algo!Entonces Jonatán dijo a su ayudante:–Sígueme, porque el Señor va a entregarlos en manos de los israelitas.
13 Jonatán subió trepando con pies y manos, seguido de su ayudante. A los que Jonatán hacía rodar por tierra, su ayudante los remataba en seguida.
14 En este primer ataque, Jonatán y su ayudante mataron a unos veinte hombres en un reducido espacio.