42 Cuando el filisteo miró a David y vio que era joven, de piel sonrosada y bien parecido, no le tomó en serio,
43 sino que le dijo:–¿Acaso soy un perro, para que vengas a atacarme con palos?Y en seguida maldijo a David en nombre de su dios.
44 Además le dijo:–¡Ven aquí, que voy a dar a comer tu carne a las aves del cielo y a las fieras!
45 David le contestó:–Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo voy contra ti en nombre del Señor todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel, a los que tú has desafiado.
46 Ahora el Señor te entregará en mis manos, y hoy mismo te mataré y te cortaré la cabeza, y los cadáveres del ejército filisteo se los daré a las aves del cielo y a las fieras. Así todo el mundo sabrá que hay un Dios en Israel;
47 todos los aquí reunidos sabrán que el Señor no salva con espada ni con lanza. Esta batalla es del Señor, y él os entregará en nuestras manos.
48 El filisteo se levantó y salió al encuentro de David, quien, a su vez, rápidamente se dispuso a hacer frente al filisteo: