35 A la mañana siguiente, a la hora de la cita con David, Jonatán salió al campo acompañado de un criado joven,
36 al cual ordenó:–Corre a buscar en seguida las flechas que yo dispare.El criado echó a correr, mientras Jonatán disparaba una flecha de modo que cayera lejos de él.
37 Y cuando el criado llegó al lugar donde había caído la flecha, Jonatán le gritó con todas sus fuerzas:–¡La flecha está más allá de ti!
38 Y, una vez más, Jonatán gritó al criado:–¡Date prisa, corre, no te detengas!El criado de Jonatán recogió las flechas y se las trajo a su amo,
39 pero no se dio cuenta de nada, porque tan solo Jonatán y David conocían la contraseña.
40 Después Jonatán entregó sus armas a su criado y le ordenó que las llevase de vuelta a la ciudad.
41 En cuanto el criado se fue, David salió de detrás del montón de piedras, y ya ante Jonatán se inclinó tres veces hasta tocar el suelo con la frente. Luego se besaron y lloraron juntos hasta que David se desahogó.