4 Pero los jefes filisteos se enojaron con Aquís y le dijeron:–Pues ordénale que se vaya al lugar que le has señalado, y que no nos acompañe en la batalla, no sea que se convierta en nuestro enemigo en medio del combate. ¡La mejor manera que él tendría de quedar bien con su señor sería presentándole las cabezas de estos soldados!