11 Cuando subían la cuesta en dirección a la ciudad, se encontraron con unas muchachas que iban a sacar agua, y les preguntaron:–¿Es aquí donde podemos encontrar al vidente?
12 Ellas les respondieron:–Sí, pero él está más adelante. Daos prisa, pues ha venido a la ciudad porque hoy se celebra el sacrificio en el santuario.
13 En cuanto lleguéis allí, buscadle, antes de que se vaya al santuario para la comida. La gente no comerá hasta que él llegue, pues él tiene que bendecir el sacrificio, después de lo cual comerán los invitados. Por eso, id ahora, porque en este momento le encontraréis.
14 Ellos continuaron subiendo, camino de la ciudad. Y precisamente cuando iban llegando a ella, Samuel salía en dirección contraria, para ir al santuario.
15 El día anterior a la llegada de Saúl, el Señor había revelado esto a Samuel:
16 “Mañana, a esta misma hora, te mandaré un hombre de la región de Benjamín, a quien deberás consagrar como gobernante de mi pueblo Israel. Él lo librará del dominio de los filisteos, porque me he compadecido de mi pueblo cuando sus quejas han llegado hasta mí.”
17 Cuando Samuel vio a Saúl, el Señor le dijo: “Ahí tienes al hombre de quien te hablé: este gobernará a mi pueblo.”