7 En el tercer mes empezaron a amontonar aquellas cosas, y terminaron en el séptimo.
8 Y cuando Ezequías y las autoridades fueron a ver lo que se había amontonado, bendijeron al Señor y a su pueblo Israel.
9 Entonces Ezequías pidió a los sacerdotes y levitas información sobre aquellos montones,
10 y el sumo sacerdote Azarías, de la familia de Sadoc, le respondió: “Desde que empezaron a traer la contribución al templo del Señor, hemos tenido suficiente para comer, y aun ha sobrado mucho. Toda esa cantidad ha sobrado porque el Señor ha bendecido a su pueblo.”
11 Por tal motivo, Ezequías mandó que prepararan depósitos en el templo del Señor. Una vez hechos,
12 metieron allí, fielmente, la contribución, la décima parte que habían entregado y las porciones consagradas al Señor. Nombraron encargado principal de todo ello al levita Conanías, y a su hermano Simí como sustituto suyo.
13 Como vigilantes, a las órdenes de Conanías y de su hermano Simí, fueron nombrados por el rey Ezequías y por Azarías, jefe principal del templo de Dios, los siguientes: Jehiel, Azazías, Náhat, Asael, Jerimot, Jozabad, Eliel, Ismaquías, Máhat y Benaías.