10 Luego se lo entregaron a los encargados de las obras del templo del Señor, para que ellos a su vez pagaran a los que trabajaban en la reparación del templo.
11 Entregaron el dinero a los carpinteros y maestros de obras, para que compraran piedra de cantería y madera para los amarres y para poner vigas a los edificios que los reyes de Judá habían dejado derruir.
12-13 Estos hombres hacían su trabajo fielmente, y los que estaban a su frente eran los levitas Jáhat y Abdías, descendientes de Merarí, y Zacarías y Mesulam, descendientes de Quehat, que eran los jefes. Ellos estaban también al frente de los cargueros y dirigían a todos los que trabajaban en la obra. Todos los levitas eran músicos, y algunos eran cronistas, comisarios o porteros.
14 Cuando sacaban el dinero que había sido llevado al templo del Señor, el sacerdote Hilquías encontró el libro de la ley del Señor dada por medio de Moisés.
15 En seguida le contó a Safán, el cronista, que había encontrado el libro de la ley en el templo del Señor; y entregó el libro a Safán,
16 quien lo llevó al rey y le informó del asunto diciéndole:–Los servidores de Su Majestad están haciendo todo lo que se les encargó.
17 Han fundido la plata que había en el templo y la han entregado a los que dirigen las obras y a los encargados de ellas.