26 Y Salomón fue soberano sobre todos los reyes que había desde el río Éufrates hasta el país filisteo y hasta la frontera de Egipto.
27 El rey hizo que en Jerusalén hubiera tanta plata como piedras; y que abundara el cedro como las higueras silvestres en la llanura.
28 Los caballos para Salomón eran traídos de Muzri y de todos los demás países.
29 El resto de la historia de Salomón, desde el principio hasta el fin, está escrito en las crónicas del profeta Natán, en la profecía de Ahías, el de Siló, y en las revelaciones del profeta Iddo concernientes a Jeroboam, hijo de Nabat.
30 Salomón reinó en Jerusalén sobre todo Israel durante cuarenta años,
31 y cuando murió lo enterraron en la Ciudad de David, su padre. Después reinó en su lugar su hijo Roboam.