12 Elías le respondió:–Si yo soy profeta, que caiga fuego del cielo y te consuma a ti y a tus cincuenta soldados.Al instante cayó fuego del cielo y los consumió.
13 Después, por tercera vez, mandó el rey a un capitán con otros cincuenta soldados. Pero el tercer capitán subió hasta donde estaba Elías y, arrodillándose delante de él, le rogó:–Por favor, profeta, respeta mi vida y la de estos cincuenta servidores tuyos;
14 pues antes cayó fuego del cielo y consumió a los otros dos capitanes y a sus hombres. Yo te ruego que me tengas consideración.
15 Entonces el ángel del Señor ordenó a Elías:–Ve con él; no le tengas miedo.Elías bajó y fue con el capitán a ver al rey,
16 y le dijo:–Así dice el Señor: ‘Puesto que enviaste mensajeros a consultar a Baal-zebub, el dios de Ecrón, como si en Israel no hubiera Dios a quien consultar, ya no te levantarás de tu cama, sino que vas a morir.’
17 Y, en efecto, Ocozías murió, tal como el Señor se lo había dicho por medio de Elías. Y como Ocozías nunca tuvo hijos, reinó en su lugar su hermano Joram. Esto sucedió en el segundo año del reinado de Joram, hijo de Josafat, en Judá.
18 El resto de la historia de Ocozías y de lo que hizo está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel.