12 Cuando el rey llegó de Damasco y vio el altar, se acercó y ofreció sobre él un holocausto;
13 lo quemó, al igual que su ofrenda de cereales, y derramó sobre el altar su ofrenda de vino, y roció sobre él la sangre de sus sacrificios de reconciliación.
14 En cuanto al altar de bronce que estaba frente al templo del Señor, Ahaz lo quitó de allí y lo puso al lado norte del altar, ya que ahora quedaba entre el nuevo altar y el templo del Señor.
15 Después ordenó al sacerdote Urías que en el altar grande quemara el holocausto de la mañana y la ofrenda de cereales de la tarde, así como el holocausto y la ofrenda de cereales del rey, y el holocausto y ofrendas de cereales y de vino del pueblo en general. También le dijo que rociara sobre aquel altar toda la sangre de los holocaustos y los sacrificios, pero que el altar de bronce sería solo para que él consultara al Señor.
16 El sacerdote Urías hizo todo lo que el rey Ahaz le ordenó.
17 Luego el rey Ahaz cortó los entrepaños de las bases y quitó la enorme pila para el agua de encima de los toros de bronce que la sostenían, y la colocó sobre un pavimento de piedra.
18 Y para agradar al rey de Asiria, quitó del templo del Señor el estrado que habían construido para el sábado, y la puerta exterior reservada al rey.