19 y le dio al mensajero las siguientes instrucciones: “Cuando acabes de informar al rey de todo lo relacionado con la batalla,
20 puede suceder que el rey se enoje y te pregunte: ‘¿Por qué os acercasteis tanto al atacar la ciudad? ¿Acaso no sabéis que ellos lanzan objetos desde la muralla,
21 igual que cuando en Tebés una mujer mató a Abimélec, el hijo de Jerubaal, arrojándole desde la muralla una piedra de molino? ¿Por qué, pues, os acercasteis tanto a la muralla?’ Entonces tú le contestarás: ‘También ha muerto Urías el hitita, oficial de Su Majestad.’ ”
22 El mensajero se fue, y al llegar contó a David todo lo que Joab le había ordenado. David, en efecto, se enojó mucho con Joab, y dijo al mensajero:–¿Por qué os acercasteis tanto al atacar la ciudad? ¿Acaso no sabéis que ellos lanzan objetos desde la muralla, igual que cuando en Tebés una mujer mató a Abimélec, el hijo de Jerubaal, arrojándole desde la muralla una piedra de molino? ¿Por qué, pues, os acercasteis tanto a la muralla?
23 Entonces el mensajero le respondió:–Los soldados que salieron a luchar contra nosotros a campo abierto nos llevaban ventaja, pero los hicimos retroceder hasta la entrada de la ciudad.
24 Fue entonces cuando los arqueros dispararon sus flechas desde la muralla contra las tropas de Su Majestad, y murieron algunos de los oficiales, entre ellos Urías el hitita.
25 Entonces David respondió al mensajero:–Dile a Joab que no se preocupe demasiado por esto, pues son cosas de la guerra. Pero que ataque la ciudad con más brío, hasta destruirla. Y tú dale ánimo.