14 “Y me respondisteis: ‘Nos parece muy bien lo que propones.’
15 “Entonces tomé de cada tribu vuestra los hombres más sabios y experimentados, y les di autoridad sobre vosotros; a unos los puse al cargo de mil hombres, a otros al cargo de cien, a otros de cincuenta, a otros de diez, y a otros los puse al cargo de cada tribu.
16 Al mismo tiempo di a vuestros jueces las siguientes instrucciones: ‘Atended a todos y haced justicia, tanto a vuestros compatriotas como a los extranjeros;
17 y al dictar sentencia, no hagáis distinción entre personas: atended tanto a los humildes como a los poderosos, sin tener miedo a nadie, porque el juicio es de Dios. Y si se os presenta algún caso difícil, pasádmelo para que yo lo atienda.’
18 “En aquella ocasión os di amplias instrucciones acerca de todo lo que debíais hacer.
19 “Cuando salimos de Horeb, nos dirigimos a los montes de los amorreos, obedeciendo así las órdenes del Señor nuestro Dios. Recorrimos todo aquel grande y terrible desierto que visteis, hasta que llegamos a Cadés-barnea.
20 Allí os dije: ‘Ya hemos llegado a los montes de los amorreos, que el Señor nuestro Dios nos da.