2 Y cuando llegue la hora de la batalla, el sacerdote se dirigirá al ejército
3 y dirá: ‘Escuchad, israelitas, hoy vais a luchar contra vuestros enemigos. No os desaniméis ni tengáis miedo; no tembléis ni os asustéis,
4 porque el Señor vuestro Dios está con vosotros; él luchará contra vuestros enemigos y os dará la victoria.’
5 “Luego hablarán los jefes, y dirán: ‘Si alguno de vosotros ha construido una casa nueva y todavía no ha vivido en ella, que se vuelva a su casa, no sea que muera en la batalla y otro sea quien la estrene.
6 Y si alguno de vosotros ha plantado un viñedo y aún no ha podido disfrutar de él, que se vuelva a su casa, no sea que muera en el combate y otro sea quien recoja las uvas.
7 Y si alguien está comprometido en matrimonio y todavía no se ha casado, que se vuelva a su casa, no sea que muera en la lucha y otro se case con su prometida.’
8 “Después los jefes se dirigirán de nuevo al ejército, y dirán: ‘Si alguno tiene miedo y le falta valor, que se vuelva a su casa, para que no acobarde también a sus compañeros.’