5 “Después se acercarán los sacerdotes levitas, pues el Señor los eligió para que tengan a su cargo los servicios del culto y bendigan en el nombre del Señor. En todo caso de pleito o disputa, su decisión será definitiva.
6 Luego todos los ancianos de la ciudad se lavarán las manos sobre la ternera muerta,
7 y harán esta declaración: ‘Nosotros no matamos a ese hombre ni vimos cómo lo mataron.
8 Perdona, Señor, a tu pueblo Israel, que tú has rescatado, y no lo culpes de la muerte de un inocente.’ Así no se os pedirá cuentas de la muerte de esa persona,
9 y vosotros haréis lo que es recto a los ojos del Señor y quitaréis de entre vosotros la culpa de esa muerte.
10 “Cuando presentéis batalla contra vuestros enemigos y el Señor vuestro Dios los haga caer prisioneros en vuestras manos,
11 si alguno de vosotros ve entre ellos una mujer hermosa y se enamora de ella y la toma por esposa,