1 En este mundo hay otro mal muy común entre los hombres, según he podido ver:
2 Dios da a algunos abundantes riquezas y esplendor, y nunca les falta nada de lo que desean; pero no les permite gozar de todo ello, sino que otros lo disfrutan. ¡Esto es también una ilusión vana y realmente lamentable!
3 Un hombre puede tener cien hijos y vivir muchos años: pues bien, yo sostengo que por mucho que él viva, si no disfruta cabalmente de lo bueno y si ni siquiera recibe sepultura, un niño abortado vale más que él.
4 Pues aunque ese niño se pierda en la nada, en la oscuridad, donde su nombre quedará ignorado,
5 y aunque no llegue a ver el sol ni a saber nada, al menos tendrá más descanso que aquel hombre
6 que podría vivir dos mil años y no disfrutar jamás de sus bienes. Y a fin de cuentas, ¡todos van al mismo lugar!
7 El hombre trabaja y trabaja para comer, pero nunca queda satisfecho.