16 Y así Ester fue llevada al palacio real para presentarse ante el rey Asuero, en el mes décimo (también llamado Tébet) del séptimo año de su reinado.
17 Asuero se enamoró de Ester como nunca se había enamorado de ninguna mujer. De tal manera se ganó ella su cariño, que Asuero la favoreció más que a cualquiera de las otras jóvenes que habían estado con él, y le puso la corona real en la cabeza y la nombró reina en lugar de Vasti.
18 Luego dio un gran banquete en honor de Ester, al que invitó a todos los funcionarios y colaboradores de su reino, rebajó impuestos a las provincias y repartió muchos regalos, como corresponde a la generosidad de un rey.
19 Uno de los días en que las jóvenes eran llevadas a la otra sección del palacio de las mujeres, Mardoqueo estaba sentado a la puerta del palacio real.
20 Siguiendo los consejos de Mardoqueo, Ester no había dicho nada acerca de su pueblo y su familia, sino que se mantuvo fiel a las instrucciones recibidas de Mardoqueo, como cuando estaba bajo su protección.
21 Mientras Mardoqueo se hallaba sentado a la puerta del palacio real, oyó hablar a Bigtán y Teres, dos oficiales de la guardia real que vigilaban la entrada del palacio. Ambos estaban muy irritados y hacían planes para asesinar al rey Asuero.
22 Al enterarse Mardoqueo de este complot, se lo contó a la reina Ester, quien a su vez se lo comunicó al rey de parte de Mardoqueo.