2 El gobernante entrará en el vestíbulo desde el atrio exterior, y se colocará junto a uno de los postes de la puerta. Entre tanto, los sacerdotes quemarán los animales del sacrificio y harán los sacrificios de reconciliación presentados por el gobernante, que se inclinará junto al umbral de la puerta tocando el suelo con la frente, y luego saldrá. La puerta no volverá a cerrarse hasta el atardecer.
3 Los sábados y los días de luna nueva, el pueblo adorará delante del Señor, frente a la misma puerta.
4 Los animales que el gobernante debe presentar el sábado para quemarlos como ofrenda al Señor, son seis corderos y un carnero, todos sin ningún defecto.
5 Por cada carnero ofrecerá veinte litros de cereales; y por los corderos, lo que quiera. Por cada veinte litros de cereales ofrecerá tres litros y medio de aceite.
6 El día de la luna nueva ofrecerá un becerro, seis corderos y un carnero, todos sin defecto.
7 Por cada becerro ofrecerá veinte litros de cereales, y otro tanto por cada carnero; y por los corderos, lo que quiera. Y por cada veinte litros de cereales, tres litros y medio de aceite.
8 “Cuando el gobernante entre, deberá hacerlo por el vestíbulo de la puerta, y saldrá por allí mismo.