7 Es mejor que bajemos a confundir su idioma, para que no se entiendan entre sí.”
8 Así fue como el Señor los dispersó por toda la tierra, y ellos dejaron de construir la ciudad.
9 En aquel lugar el Señor confundió el idioma de todos los habitantes de la tierra, y de allí los dispersó por todo el mundo. Por eso la ciudad se llamó Babel.
10 Estos fueron los descendientes de Sem. Dos años después del diluvio, cuando Sem tenía cien años, nació su hijo Arfaxad.
11 Después de esto, Sem vivió quinientos años más, y tuvo otros hijos e hijas.
12 Arfaxad tenía treinta y cinco años cuando nació su hijo Sélah.
13 Después de esto, Arfaxad vivió cuatrocientos tres años más, y tuvo otros hijos e hijas.