1 Isaac era ya muy anciano y se había quedado ciego. Un día llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo:–¡Hijo mío!–Dime, padre –contestó Esaú.
2 –Ya ves que soy muy viejo –dijo Isaac–. Un día de estos me puedo morir.
3 Por eso quiero que vayas al monte con tu arco y tus flechas para cazar algún animal.
4 Prepara luego un guisado sabroso, como a mí me gusta, y tráemelo para que yo lo coma. Entonces te daré mi bendición antes de morir.
5 Pero Rebeca estaba oyendo lo que Isaac decía a Esaú. Por eso, en cuanto este se fue al monte a cazar algo para su padre,