21 Pero Isaac le dijo:–Acércate y déjame tocarte, a ver si de veras eres mi hijo Esaú.
22 Jacob se acercó para que su padre le tocara. Entonces Isaac dijo: “La voz es la de Jacob, pero los brazos son los de Esaú.”
23 Así que no le reconoció, porque sus brazos tenían mucho vello, como los de su hermano Esaú. Pero cuando iba a darle su bendición,
24 volvió a preguntarle:–¿De veras eres mi hijo Esaú?–Sí, yo soy Esaú –respondió Jacob.
25 Entonces su padre le dijo:–Sírveme, hijo mío, para que coma de lo que cazaste, y entonces te daré mi bendición.Jacob sirvió de comer a su padre y también le trajo vino. Isaac comió y bebió,
26 y luego le dijo:–Acércate, hijo, y dame un beso.
27 Cuando Jacob se acercó para besarle, Isaac le olió la ropa. Entonces le bendijo con estas palabras:“Sí, este olor es de mi hijo.Es como el olor de un campobendecido por el Señor.