42 De no haber estado conmigo el Dios de Abraham, el Dios que adoraba mi padre Isaac, seguro estoy de que me habrías mandado con las manos vacías. Pero Dios vio mi tristeza y el resultado de mi trabajo, y anoche te reprendió.
43 Entonces Labán contestó a Jacob:–Las hijas son mis hijas, los nietos son mis nietos y las ovejas son mis ovejas. ¡Todo lo que aquí ves es mío! Sin embargo, ¿qué puedo hacer ahora a mis hijas o a los hijos que ellas han tenido?
44 Por eso, ven; hagamos tú y yo un pacto que sirva como testimonio entre nosotros dos.
45 Entonces Jacob tomó una piedra, la puso en pie como un pilar
46 y dijo a sus parientes:–¡Juntad piedras!Todos juntaron piedras para hacer un montón, y allí comieron, junto al montón de piedras.
47 Labán llamó a aquel lugar en su idioma “Jegar Sahadutá”, y Jacob lo llamó en el suyo “Galaad”.
48 Entonces Labán dijo:–Hoy, este montón de piedras es testigo entre nosotros dos.Por eso se llamó Galaad aquel lugar,