50 Si maltratas a mis hijas o si te casas con otras mujeres además de ellas, aunque no haya nadie como testigo entre nosotros, Dios mismo sea testigo.
51 Y Labán siguió diciendo a Jacob:–Mira, aquí están el montón de piedras y el pilar que he puesto entre nosotros dos.
52 Ambos serán testigos de que ni tú ni yo cruzaremos esta línea para perjudicarnos.
53 Que decida entre nosotros el Dios de tu abuelo Abraham y de mi abuelo Nahor.Entonces Jacob juró por el Dios que su padre Isaac adoraba.
54 Luego hizo Jacob sacrificios en el cerro, y llamó a sus parientes a comer. Todos ellos comieron, y pasaron la noche en el cerro.
55 Al día siguiente por la mañana, Labán se levantó y dio un beso a sus nietos y a sus hijas; después los bendijo, y regresó a su tierra.