8 De pronto Israel se fijó en los hijos de José, y preguntó:–Y estos, ¿quiénes son?
9 –Son los hijos que Dios me ha dado aquí en Egipto –contestó José.Entonces su padre le dijo:–Por favor, acércalos más a mí, para que les dé mi bendición.
10 Israel era ya muy anciano y le fallaba la vista. No podía ver bien, así que José acercó los niños a su padre, y él los besó y abrazó.
11 Luego dijo a José:–Ya no esperaba volver a verte y, sin embargo, Dios me ha dejado ver también a tus hijos.
12 José quitó a los niños de las rodillas de su padre y se inclinó hasta tocar el suelo con la frente.
13 Luego tomó a los dos, a Efraín con la mano derecha y a Manasés con la izquierda, y los acercó a su padre. Así Efraín quedó a la izquierda de Israel y Manasés a su derecha.
14 Pero al extender Israel sus manos, las cruzó, y puso la mano derecha sobre la cabeza de Efraín, el menor, y la mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, que era el primogénito.