17 De nuevo verás al rey en su esplendor;las fronteras del país llegarán hasta muy lejos.
18 Al recordar el miedo en que vivías, dirás:“¿Dónde está el que contaba los impuestos?¿Dónde está el que comprobaba el peso?¿Dónde está el que contaba las torres?”
19 Ya no vivirás entre un pueblo insolente,de lengua difícil de entender,de idioma enredado, que nadie comprende.
20 Mira a Sión, la ciudad de nuestras fiestas;dirige tus ojos a Jerusalén, ciudad segura;será como un campamento firme,cuyas estacas no se arrancaránni se romperán sus cuerdas.
21 Ahí se muestra glorioso el Señor con nosotros.Es un lugar de ríos, de corrientes muy anchas,pero no lo invadirán los enemigoscon sus barcos de remo y sus naves poderosas.
22-23 Las cuerdas de esas navesno pueden sostener el mástil;la vela no se puede desplegar.Arrebataremos tantas riquezas a los enemigos,que hasta el ciego recibirá su partey los lisiados se dedicarán al saqueo.Porque el Señor es nuestro juez,nuestro legislador y nuestro rey,y él nos salvará.
24 Ningún habitante dirá: “Estoy enfermo.”Dios perdonará sus pecados a los habitantes de Sión.