25 Por eso, el Señor se enojó contra su puebloy levantó la mano para castigarlo.Los montes se estremecieron,los cadáveres quedaron tirados como basura en las calles.Y sin embargo la ira del Señor no se ha calmado;él sigue amenazando todavía.
26 El Señor levanta una bandera,y a silbidos llama a una nación lejana;de lo más lejano de la tierra la hace venir.Viene en seguida, llega con gran rapidez;
27 no hay entre ellos nadie débil ni cansado,nadie que no esté bien despierto,nadie que no lleve el cinturón bien ajustado,nadie que lleve rotas las correas de sus sandalias.
28 Tienen las flechas bien agudasy todos sus arcos bien tensos.Los cascos de sus caballos son como dura piedra,y como un torbellino las ruedas de sus carros;
29 su rugido es como el rugido de un león,que gruñe, agarra la presay se apodera de ella, y nadie se la puede arrebatar.
30 Esa nación, al llegar el día señalado,rugirá, como el mar, contra Israel;y si alguien observa la tierra,la verá envuelta en tinieblas,oscurecida la luz por los nubarrones.