1-2 El rey Sedequías envió a Pashur, hijo de Malquías, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maaseías, a ver a Jeremías y decirle: “Por favor, consulta al Señor por nosotros, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, nos está atacando. Tal vez quiera el Señor hacer uno de sus milagros y obligue a Nabucodonosor a retirarse.”Entonces habló el Señor a Jeremías,
3 y este respondió a los enviados de Sedequías: “Anunciad a Sedequías
4 que el Señor, el Dios de Israel, dice: ‘Voy a hacer retroceder a las tropas con las que, fuera de las murallas, estáis respondiendo al ataque del rey de Babilonia y de los caldeos, y las reuniré en medio de esta ciudad.
5 Yo mismo pelearé contra vosotros, con gran despliegue de poder y con ardiente ira y gran furor.
6 Mataré a todos los habitantes de esta ciudad: hombres y animales morirán de una peste terrible.
7 Después entregaré a Sedequías, rey de Judá, en manos de Nabucodonosor y de sus otros enemigos mortales, junto con sus oficiales y tropas y la gente que haya quedado con vida en la ciudad después de la peste, la guerra y el hambre. Yo haré que los maten a filo de espada, sin piedad ni compasión. Yo, el Señor, lo afirmo.
8 ‘Anuncia también al pueblo que yo, el Señor, digo: Os doy a escoger entre el camino de la vida y el camino de la muerte.