20 Jeremías contestó:–Pero Su Majestad no caerá en sus manos. Obedezca Su Majestad, por favor, a la voz del Señor, que yo le he comunicado, y le irá bien y salvará la vida.
21 El Señor me ha hecho ver lo que pasará si Su Majestad se empeña en no rendirse:
22 todas las mujeres que queden en el palacio del rey de Judá serán entregadas a los generales del rey de Babilonia, y ellas mismas dirán:‘Los mejores amigos del reylo engañaron, lo vencieron,dejaron que los pies se le hundieran en el lodoy le dieron la espalda.’
23 Jeremías continuó diciendo al rey:–Todas las mujeres y los hijos de Su Majestad serán entregados a los caldeos, y Su Majestad no escapará de ellos, sino que será entregado al rey de Babilonia, y prenderán fuego a la ciudad.
24 Entonces Sedequías respondió a Jeremías:–Si en algo aprecias tu vida, no hables de esto con nadie.
25 Si los funcionarios llegan a saber que he estado hablando contigo, vendrán y te preguntarán qué me dijiste y qué te dije yo; y con la promesa de salvarte la vida, te pedirán que se lo cuentes todo.
26 Pero tú respóndeles que solo me estabas suplicando que no te mandara de nuevo a la casa de Jonatán, para no morir allí.