3-4 Jonás se puso en marcha y fue a Nínive, como el Señor se lo había ordenado. Nínive era una ciudad tan grande que para recorrerla por entero había que caminar tres días. Jonás entró en la ciudad y anduvo todo un día, diciendo a grandes voces: “¡Dentro de cuarenta días, Nínive será destruida!”