1 Entonces Josué llamó a las tribus de Rubén y de Gad y a la media tribu de Manasés,
2 y les dijo: “Vosotros habéis cumplido todo lo que os ordenó Moisés, el siervo del Señor, y habéis obedecido todas mis órdenes.
3 Hasta el día de hoy, y durante todo este tiempo, no habéis abandonado a vuestros hermanos, y habéis cumplido fielmente los mandamientos de vuestro Señor y Dios.
4 Ahora que él ha cumplido su promesa y que vuestros hermanos tienen paz, volved a vuestras tiendas de campaña y a las tierras que Moisés, el siervo del Señor, os dio al este del río Jordán.
5 Lo único que os pido es que cumpláis fielmente el mandamiento y la ley que os dio Moisés, el siervo del Señor; es decir, que améis al Señor y Dios vuestro, que andéis siempre en sus caminos y obedezcáis sus mandatos, y que le sigáis y le sirváis con todo el corazón y con toda el alma.”
6 Después de esto, Josué los bendijo y los despidió, y ellos se fueron a sus tiendas.
7 A una mitad de la tribu de Manasés, Moisés le había dado tierras en la región de Basán. A la otra mitad de la tribu de Manasés, Josué le dio tierras entre los israelitas al oeste del Jordán, y a los primeros los bendijo y los mandó de regreso.