11 Aquel mismo día comieron panes sin levadura, y trigo tostado, pero al día siguiente comieron ya de lo que la tierra producía.
12 Desde entonces no volvió a haber maná, así que los israelitas se alimentaron aquel año de lo que producía la tierra de Canaán.
13 Un día, estando Josué cerca de Jericó, vio delante de sí a un hombre con una espada en la mano. Josué se le acercó y le preguntó:–¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?
14 –Ni lo uno ni lo otro –contestó el hombre–. Vengo como jefe del ejército del Señor.Entonces Josué, inclinándose hasta tocar el suelo con la frente, le preguntó:–¿Qué manda mi Señor a este siervo suyo?
15 El jefe del ejército del Señor le contestó:–Descálzate, porque el lugar donde estás es sagrado.Josué le obedeció.