21 entre las cosas que tomamos en Jericó vi un bello manto de Babilonia, doscientas monedas de plata y una barra de oro que pesaba más de medio kilo. Me gustaron esas cosas y me quedé con ellas; las he enterrado debajo de mi tienda de campaña, poniendo el dinero en el fondo.
22 Josué mandó en seguida unos hombres a la tienda de Acán, los cuales encontraron todo lo que allí estaba escondido, con la plata en el fondo.
23 Lo tomaron y se lo llevaron a Josué y a los israelitas, los cuales se lo presentaron al Señor.
24 Luego se llevaron a Acán al valle de Acor junto con la plata, el manto, la barra de oro, sus hijos y sus hijas, sus bueyes, asnos y ovejas, y su tienda y todo lo que era suyo.
25 Josué le dijo:–¿Por qué has traído esta desgracia sobre nosotros? Ahora, que el Señor haga caer sobre ti la desgracia que nos trajiste.Dicho esto, todos los israelitas mataron a pedradas a Acán y a los suyos, y luego los quemaron.
26 Después pusieron sobre él un gran montón de piedras, que todavía sigue en pie. Por esta razón, aquel lugar aún se llama valle de Acor. Así se calmó la ira del Señor contra Israel.