2 sino que le dijo:–Pensé que ya no la querías, así que se la di a uno de tus amigos. Sin embargo, su hermana menor es más linda que ella; tómala en lugar de la mayor.
3 Pero Sansón le contestó:–¡Ahora sí que no respondo del mal que yo haga a los filisteos!
4 Entonces fue y atrapó trescientas zorras, las ató por la cola de dos en dos, y a cada par le amarró una antorcha entre las colas;
5 luego prendió fuego a las antorchas y soltó las zorras en los campos sembrados de los filisteos. De ese modo quemó el trigo que ya estaba amontonado y el que todavía estaba en pie, y hasta los viñedos y los olivares.
6 Los filisteos se pusieron a averiguar quién lo había hecho, y cuando supieron que había sido Sansón en venganza de que su suegro el timnateo le había quitado a su mujer y se la había dado a su amigo, fueron y quemaron a la mujer y a su padre.
7 Entonces Sansón dijo:–Ya que os portáis de esa manera, ¡juro que no descansaré hasta haberme vengado de vosotros!
8 Y los atacó con tal furia que no les dejó hueso sano. Después se fue a vivir a la cueva que está en la peña de Etam.