2 con tal que no hagáis ningún pacto con los habitantes de esa tierra, cuyos altares debéis destruir.’ Pero no me obedecisteis, ¡y mirad lo que habéis hecho!
3 Por eso ahora os digo: No voy a echar a esos pueblos de delante de vosotros, y ellos y sus dioses serán para vosotros una trampa.”
4 Cuando el ángel del Señor acabó de hablar, todos los israelitas se echaron a llorar a gritos.
5 Por eso llamaron Boquim a aquel lugar, y allí ofrecieron sacrificios al Señor.
6 Cuando Josué se despidió de los israelitas, cada uno se fue a tomar posesión de la tierra que le había tocado.
7 Mientras él vivió, los israelitas mantuvieron el culto al Señor; y también mientras vivieron los ancianos que sobrevivieron a Josué, que habían visto todos los grandes hechos del Señor en favor de Israel.
8 Pero murió Josué, a la edad de ciento diez años,