19 Gedeón se fue y preparó un cabrito, y con unos veinte litros de harina hizo panes sin levadura; luego puso la carne en una canasta y el caldo en una olla, y se lo llevó todo hasta la encina.
20 El ángel de Dios le mandó poner sobre una roca la carne y los panes sin levadura, y derramar el caldo. Después que Gedeón hizo lo que se le había mandado,
21 el ángel tocó la carne y los panes con la punta del bastón que tenía en la mano, y de la roca salió fuego que consumió la carne y los panes; luego el ángel del Señor desapareció de su vista.
22 Al darse cuenta Gedeón de que se trataba del ángel del Señor, dijo:–¡Ay Señor, Señor! ¡He visto cara a cara al ángel del Señor!
23 Pero el Señor le contestó:–No tengas miedo, que no vas a morir. Recibe mi paz.
24 Entonces Gedeón construyó allí un altar en honor del Señor, y lo llamó “El Señor es la paz”. Este altar todavía está en Ofrá, ciudad del clan de Abiézer.
25 Aquella misma noche, el Señor dijo a Gedeón:–Toma un toro del ganado de tu padre, el segundo toro, el de siete años, y derriba el altar de Baal que tiene tu padre. Derriba también el árbol sagrado que está junto al altar de Baal,