7 Cuando Jotam lo supo, subió al monte Guerizim, y desde allí gritó muy fuerte, para que todos le oyeran:–¡Oídme bien, hombres de Siquem! ¡Y así Dios os oiga a vosotros!
8 ‘En cierta ocasión los árboles quisieron tener rey, y pidieron al olivo que fuera su rey.
9 Pero el olivo les dijo que no, pues para ser rey de los árboles tendría que dejar de dar aceite, el cual sirve para honrar tanto a los hombres como a Dios.
10 ‘Entonces los árboles pidieron a la higuera que fuera su rey.
11 Pero la higuera les dijo que no, pues para ser rey de los árboles tendría que dejar de dar sus dulces y sabrosos higos.
12 ‘Entonces los árboles pidieron a la vid que fuera su rey.
13 Pero la vid les dijo que no, pues para ser rey de los árboles tendría que dejar de dar su vino, el cual sirve para alegrar tanto a los hombres como a Dios.