33 entonces ordenará el sacerdote que la persona enferma se afeite, excepto en la llaga tiñosa, y la encerrará por siete días más.
34 Pasados los siete días, el sacerdote volverá a examinar la llaga, y si la tiña no se ha extendido ni aparece más hundida que la piel, entonces el sacerdote declarará pura a la persona enferma, la cual lavará sus ropas y quedará pura.
35 Pero en caso de que la tiña siga extendiéndose por la piel después de haber sido declarada pura,
36 el sacerdote examinará otra vez a la persona enferma; si la tiña se ha extendido por la piel, no hará falta que busque el pelo amarillo: esa persona es impura.
37 Pero si a él le parece que la tiña se ha detenido y ha salido pelo negro, es que la tiña ha sanado y la persona es pura. Entonces el sacerdote declarará pura a esa persona.
38 “Cuando un hombre o una mujer tenga manchas blancas en la piel,
39 el sacerdote examinará la piel, y si ve en ella manchas blancuzcas y opacas, es que le ha salido una simple erupción en la piel; en ese caso la persona es pura.