1 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:
2 “Cuando alguien peque y resulte culpable de fraude ante el Señor por haber engañado a su prójimo en algo que este le hubiera confiado o prestado, o por robarle o quitarle algo a la fuerza,
3 o por negar haber encontrado un objeto perdido, o por hacer un juramento falso –cualquiera de esas cosas en que uno comete pecado–,
4 será culpable de ese pecado. Por lo tanto, tendrá que devolver lo que había robado o conseguido a la fuerza, o aquello que se le había confiado, o el objeto encontrado,
5 o cualquiera otra cosa por la que hubiera jurado falsamente. Tendrá que devolverlo todo a su dueño, más una quinta parte, cuando presente su sacrificio por la culpa.