21 “La persona que toque cualquier cosa impura –ya sea alguna impureza humana o impureza de animal, o cualquier otra cosa repugnante–, y luego coma carne del sacrificio de reconciliación, el cual pertenece al Señor, será eliminada de entre su pueblo.”
22 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:
23 “Di esto a los israelitas: No comeréis ninguna grasa de toro, de cordero o de cabra.
24 A la grasa de animales muertos o despedazados por las fieras podréis darle cualquier otro uso, pero no la comeréis.
25 “Cualquiera que coma grasa de animales de los que se presentan al Señor como ofrendas quemadas, será eliminado de entre su pueblo.
26 “En ninguno de los lugares donde viváis comeréis sangre, ni de ave ni de otro animal.
27 La persona que coma cualquier clase de sangre será eliminada de entre su pueblo.”