1 Este es el mensaje que el Señor comunicó al pueblo de Israel por medio del profeta Malaquías.
2 El Señor dice: “Yo os amo”, pero vosotros respondéis: “¿Cómo sabemos que nos amas?” El Señor contesta: “Yo os amo por la misma razón que, siendo hermanos Esaú y Jacob, amé a Jacob
3 y aborrecí a Esaú. Y el país de Esaú, que era montañoso, lo convertí en un desierto; y sus propiedades, en tierra solo buena para los animales salvajes.”
4 Si los edomitas, descendientes de Esaú, dijeran: “Hemos sido destruidos, pero reconstruiremos nuestra nación”, el Señor todopoderoso respondería: “Ellos reconstruirán, pero yo los destruiré otra vez. Su país será llamado ‘País de maldad’ y ‘Nación del eterno enojo del Señor’.”
5 Vosotros lo veréis con vuestros propios ojos, y diréis: “¡El Señor es tan grande que sobrepasa las fronteras de Israel!”