33 Los que lo encontraron lo llevaron ante Moisés y Aarón, y ante todo el pueblo,
34 y lo tuvieron bajo vigilancia, pues aún no se había decidido lo que debía hacerse con él.
35 Entonces dijo el Señor a Moisés: “Ese hombre debe ser condenado a muerte. Que todos los israelitas lo apedreen fuera del campamento.”
36 Entonces los israelitas lo sacaron del campamento y lo apedrearon hasta que murió, tal como el Señor se lo había ordenado a Moisés.
37 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:
38 “Diles esto a los israelitas: Vosotros y vuestros descendientes deberéis llevar borlas con flecos en el borde de vuestra ropa. Las borlas serán de hilo morado.
39 Así, cuando veáis las borlas, os acordaréis de todos los mandamientos que yo os he dado y los cumpliréis, y no os dejaréis llevar por vuestros propios pensamientos y deseos, por los cuales habéis dejado de serme fieles.