2 Pero debes hacer que los demás miembros de la tribu de Leví, a la cual perteneces, te ayuden a ti y a tus hijos en el servicio ante la tienda del pacto.
3 Ellos estarán a tu servicio y al servicio de la tienda, pero no se acercarán a los utensilios del santuario ni al altar; de lo contrario, morirán, y vosotros también.
4 Ellos te acompañarán en el servicio de la tienda del encuentro y en todos los oficios correspondientes. Pero ninguna persona extraña debe acercarse a vosotros,
5 que sois los encargados del servicio del santuario y el altar. Así no volveré a enojarme con los israelitas.
6 Yo separé a tus hermanos los levitas de los demás israelitas para dároslos a vosotros, a fin de que sirvan en los oficios de la tienda del encuentro;
7 pero solamente tú y tus hijos podréis desempeñar las funciones sacerdotales relacionadas con el altar o que se realizan tras el velo. Este oficio os corresponde a vosotros, pues yo os he dado el derecho de ejercer las funciones sacerdotales. Si alguien oficia como sacerdote, sin serlo, será condenado a muerte.”
8 El Señor dijo a Aarón:“Yo he puesto bajo tu cuidado las ofrendas que se me hacen. Todas las ofrendas sagradas que los israelitas me hacen, os las doy a ti y a tus hijos como la parte que os corresponde; esta será una norma para siempre.