3 Haz, pues, esto: báñate, perfúmate, ponte tu mejor vestido y vete allá. Pero no dejes que Booz te reconozca antes que termine de comer y beber.
4 Fíjate bien en dónde se acuesta a dormir. Entonces ve, destápale los pies y acuéstate allí, y luego él mismo te dirá lo que debes hacer.
5 Rut contestó:–Haré todo lo que me has dicho.
6 Rut se fue al campo e hizo todo lo que su suegra le había mandado.
7 Booz comió, bebió y se mostró muy contento. Luego se acostó a dormir junto al montón de grano. Más tarde Rut llegó sin hacer ruido, le destapó los pies y se acostó allí.
8 A medianoche, Booz se despertó de pronto, y al darse una vuelta se sorprendió de que una mujer estuviera acostada a sus pies.
9 –¿Quién eres tú? –preguntó Booz.–Soy Rut, tu servidora –contestó ella–. Tú eres mi pariente más cercano y tienes el deber de ampararme. Quiero que te cases conmigo.