14 La misma naturaleza nos enseña que es una vergüenza para el hombre dejarse crecer el cabello;
15 en cambio, para la mujer es una honra dejárselo crecer, porque a ella se le ha dado el cabello largo para que le cubra la cabeza.
16 En todo caso, si alguno quiere discutir este asunto, sepa que ni nosotros ni las iglesias de Dios conocemos otra costumbre.
17 Al escribiros lo que sigue no puedo felicitaros, pues parece que vuestras reuniones os hacen daño en vez de haceros bien.
18 En primer lugar, se me ha dicho que cuando os reunís como comunidad hay divisiones entre vosotros, y en parte lo creo.
19 ¡No cabe duda de que tenéis que dividiros en partidos para que se sepa quiénes son los verdaderos cristianos!
20 El resultado de esas divisiones es que la cena que tomáis en vuestras reuniones no es ya realmente la Cena del Señor.